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Arquitectos: DRAA, Magdalena Besomi
- Área: 45 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Felipe Camus, Magdalena Besomi
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Proveedores: WoodArch
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La cabina Shangrila es la primera de una serie de variaciones sobre cabinas de montaña, ubicadas en un bosque nativo de especies altas y añosas. En conjunto las cabinas poblaran el bosque de coigües y robles hualle y pellín junto a una pared de basalto de más de 100mts de alto.
El suelo rico en biodiversidad representa también la batalla en el bosque, grandes árboles caídos soportando nueva vida, capas intermitentes de ceniza volcánica y ramas caídas van dando curso aleatorio al recorrido del agua. En invierno el follaje se adelgaza, deja pasar la luz, y entra la nieve gruesa.
Como una especie arbórea la cabina se alza sobre un esbelto soporte en hormigón armado que disminuya el impacto en el suelo. Este zócalo presenta ángulos quebrados y opuestos alejándose del basamento tosco y previsible, jugando con el desequilibrio y la confusión del bosque.
Sobre la plataforma elevada a 3 metros se construye un sistema liviano prefabricado de panel SIP de alta aislación térmica. El recorrido continúa el ascenso por el interior con una serie de pequeños desniveles que van jerarquizando lo distintos rincones; chiflonera, baño, cocina, comedor y el estar en el remate dirigido al norte.
La construcción fue dirigida por sus dueños, una familia que se junta a realizar obras como actividad familiar; diseñar barandas, quemar maderas, construir escaleras y muebles, todos procesos puestos a prueba en años de experimentación DIY en salidas de tierra y mar.
El revestimiento interior consiste de madera aserrada en el lugar de los árboles caídos mientras que el exterior es pino quemado en el sitio siguiendo el sistema yakisugi de protección natural. La Cabina Shangrila es una obra que intermedia en el bosque con simpleza y respeto a la naturaleza por medio de justas y osadas exploraciones geométricas.